Una de las preguntas que nos hace el usuario final: ¿Le sucede algo al panel solar si se camina por encima de ellos? ¿Se puede? Aunque en la vida real pareciera que no hay problema, la respuesta es NO.
Existen dos costumbres que observamos con frecuencia cuando se lleva acabo una instalación de paneles solares en una azotea:
Diseñar "imponentes" arreglos de múltiples filas sin espacios (pasillos) entre ellas, dificultando a futuro labores elementales como son la limpieza y el mantenimiento de los módulos.
Ver instaladores caminando o descansando sobre las placas solares.
El primer punto nos muestra una falta de visión de quien diseña el acomodo de los módulos, ya que durante su vida útil la tornillería estará sometida a cargas mecánicas que pueden propiciar un desajuste en las abrazaderas y soportes, poniendo en riesgo la instalación al primer ventarrón. Diseñar de esa forma dificultará llevar a cabo cualquier tipo de ajustes. Mismo tema con la limpieza de los módulos, que al cubrirse de tierra, partículas contaminantes del medio ambiente, excrementos de aves, etc. forman una capa que merma la eficiencia del panel solar, pudiendo llegar a ser de hasta un 20%.
En cuanto al segundo punto, la falta de capacitación y supervisión de obra conlleva a malas prácticas de los instaladores fotovoltaicos. Nos ha tocado ver trabajadores descansando arriba del módulo y compañías que hacen sus spots publicitarios con sus trabajadores caminando por arriba de las placas solares.
Aunque parezca que son resistentes, los paneles solares no son indestructibles y su resistencia física tiene límites. Por ejemplo, si caminamos sobre la teja de un techo sabemos que tarde o temprano se romperían si alguien ejerce peso sobre ellas.
Regresando a la pregunta inicial... la respuesta es no, no se debe caminar sobre las placas solares bajo ninguna circunstancia, debes evitarlo.
Microfisuras
No es recomendable caminar sobre los paneles solares, ya que la carga mecánica generada bajo nuestros pies puede provocar la rotura (microfisuras) mecánica de las células , las cuales son láminas compuestas por silicio de tan solo 0,2 mm de espesor.
Estas microfisuras no son inmediatamente visibles ya que el vidrio templado del panel no se rompe tan fácilmente, sin embargo, pueden causar varios problemas de gran relevancia en el largo plazo:
Las partes rotas de la célula están aisladas del resto de la misma y ya no generan energía,
Reduce el rendimiento general del sistema.
En estas zonas rotas también es posible la creación de puntos calientes, que a su vez pueden provocar la rotura del vidrio o provocar incendios localizados.
Para ver lo que estamos explicando, compartimos el siguiente video de el Laboratorio Nacional de Energía Renovable de Colorado, que utiliza imágenes de electroluminiscencia (similares a los rayos X) para mostrar el daño causado sobre las células cuando una persona realiza operaciones en el módulo como caminar o arrodillarse sobre el mismo.
¿Qué hacer si ya están instalados?
Si definitivamente no hay forma de evitarlo, lo que hay que hacer cuando se hagan labores de mantenimiento o limpieza de los paneles solares es caminar sobre los marcos de los paneles y de preferencia sobre aquellos que descansen directamente sobre la estructura y que esta labor sea ejecutada por una persona de complexión delgada o de poco peso con el objetivo de minimizar la flexión del vidrio y evitar caminar directamente sobre las células, por qué, como hemos mencionado, se van a romper.
En resumen, es una buena práctica instalar en filas de módulos (máximo dos), dejando espacios y pasillos entre ellos de forma tal que se faciliten las labores ordinarias de limpieza y mantenimiento de los paneles solares, dándoles así un mejor funcionamiento a lo largo del tiempo.
